Las grandes inversiones requeridas originaron que tradicionalmente el sector del cable submarino estuviese liderado por empresas con un potente músculo financiero, operando frecuentemente en régimen de monopolio. Estas empresas se unían para la construcción de los más importantes enlaces, asegurándose el acceso a la capacidad y el control de los precios de la misma.
La importancia de los cables de fibra submarinos es enorme. Los cables submarinos concentran la mayor parte de los datos transmitidos en el mundo, con alrededor del 90% del tráfico. El 10% restante se transmite mediante satélites. El cable tiene como ventajas la menor latencia y su mayor capacidad de transmisión. A pesar de ser enlaces caros, su coste por bit transmitido también es menor que el de los satélites, que también requieren de una inversión muy elevada, tanto en el propio satélite como en su posterior lanzamiento.
Tradicionalmente estos sistemas empleaban las tecnologías de transmisión DWDM más avanzadas del momento. Por ejemplo, los transpondedores de solitones o los amplificadores EDFA tuvieron en estos enlaces su aplicación inicial. La demanda de capacidad está llevando a que se empleen sistemas terrestres con las mismas novedades técnicas que incluso los sistemas de cable submarino, tal y como se explica en el artículo: http://www.ramonmillan.com/documentos/dwdm_redestelecom.pdf. Los sistemas de cableado submarino se extienden a través de los océanos y, en términos generales, cuentan con puntos intermedios instalados cada 4.000 Km máximo por tierra y constituidos por OTM. Los OLA son empalmados al cable cada unos 60 Km con el fin de amplificar la señales ópticas.
El tendido de cable sumarino es sumamente complejo. Para canalizar la fibra por tramos seguros se emplean barcos especializados que llevan a cabo una investigación geofísica y geotécnica de la ruta propuesta. De localizarse obstáculos, estos barcos son capaces de encontrar otras alternativas. La ruta definida se debe ejecutar con una precisión de 100 metros, incluso cuando el cable se tiende a profundidades de hasta 8.000 metros.
El tendido comienza situando el cable de fibras ópticas a flote desde el barco de cableado hasta la posición de tierra. Cuando el extremo del cable está asegurado en la orilla, las bolsas que mantenín el cable a flote se retiran, permitiendo que el cabe se asiente en el mar. Después, el barco de cableado sigue su ruta predeterminada: o con el cable enterrado en el lecho marino -lo que ayuda a prevenir peligros de rastreadoreso anclas de barcos- o bien, tendido en la superficie, conforme sea requerido. Los ajustes para tensar el cable y para posicionar el barco se hacen de forma continuada para asegurar la conformidad con la ruta del cable. Cuando el cable llega a su punto de tierra destino, un extremo del mismo -que ha sido previamente instalado y mantenido a flote- se lleva a bordo y se empalma al cable que está siendo tendido. El tendido también puede hacerse también mediante dos barcos, en vez de uno. En este caso, los barcos parten de diferentes áreas geográficas y van desenrollando y sumergiendo el cable, hasta que se encuentran en un punto determinado del océano, es ahí donde se realiza la conexión de los dos puntos. Finalmente, después de comprobar que el enlace funciona correctamente, sumergen los dos extremos de los cables conectados.
Puedes encontrar más información en:
La importancia de los cables de fibra submarinos es enorme. Los cables submarinos concentran la mayor parte de los datos transmitidos en el mundo, con alrededor del 90% del tráfico. El 10% restante se transmite mediante satélites. El cable tiene como ventajas la menor latencia y su mayor capacidad de transmisión. A pesar de ser enlaces caros, su coste por bit transmitido también es menor que el de los satélites, que también requieren de una inversión muy elevada, tanto en el propio satélite como en su posterior lanzamiento.
Tradicionalmente estos sistemas empleaban las tecnologías de transmisión DWDM más avanzadas del momento. Por ejemplo, los transpondedores de solitones o los amplificadores EDFA tuvieron en estos enlaces su aplicación inicial. La demanda de capacidad está llevando a que se empleen sistemas terrestres con las mismas novedades técnicas que incluso los sistemas de cable submarino, tal y como se explica en el artículo: http://www.ramonmillan.com/documentos/dwdm_redestelecom.pdf. Los sistemas de cableado submarino se extienden a través de los océanos y, en términos generales, cuentan con puntos intermedios instalados cada 4.000 Km máximo por tierra y constituidos por OTM. Los OLA son empalmados al cable cada unos 60 Km con el fin de amplificar la señales ópticas.
El tendido de cable sumarino es sumamente complejo. Para canalizar la fibra por tramos seguros se emplean barcos especializados que llevan a cabo una investigación geofísica y geotécnica de la ruta propuesta. De localizarse obstáculos, estos barcos son capaces de encontrar otras alternativas. La ruta definida se debe ejecutar con una precisión de 100 metros, incluso cuando el cable se tiende a profundidades de hasta 8.000 metros.
El tendido comienza situando el cable de fibras ópticas a flote desde el barco de cableado hasta la posición de tierra. Cuando el extremo del cable está asegurado en la orilla, las bolsas que mantenín el cable a flote se retiran, permitiendo que el cabe se asiente en el mar. Después, el barco de cableado sigue su ruta predeterminada: o con el cable enterrado en el lecho marino -lo que ayuda a prevenir peligros de rastreadoreso anclas de barcos- o bien, tendido en la superficie, conforme sea requerido. Los ajustes para tensar el cable y para posicionar el barco se hacen de forma continuada para asegurar la conformidad con la ruta del cable. Cuando el cable llega a su punto de tierra destino, un extremo del mismo -que ha sido previamente instalado y mantenido a flote- se lleva a bordo y se empalma al cable que está siendo tendido. El tendido también puede hacerse también mediante dos barcos, en vez de uno. En este caso, los barcos parten de diferentes áreas geográficas y van desenrollando y sumergiendo el cable, hasta que se encuentran en un punto determinado del océano, es ahí donde se realiza la conexión de los dos puntos. Finalmente, después de comprobar que el enlace funciona correctamente, sumergen los dos extremos de los cables conectados.
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