Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 la demanda de almacenamiento se ha acentuado por la necesidad de las empresas de establecer copias de seguridad en caso de catástrofes. El coste por megabyte de datos guardados en discos se reduce sensiblemente año tras año, por lo que cada vez se protegen más datos por particulares y empresas que hace años podrían ser considerados superfluos. La reducción de precios de los discos, ha supuesto también para las empresas de nuevos sistemas de backup en discos para sustituir el tradicional almacenamiento en cinta, mucho más lento y menos versátil y, la proliferación, de sistemas de backup sencillos entre los propios usuarios particulares. Cada vez con más frecuencia los Gobiernos obligan a las empresas a guardar correos electrónicos o datos de tráfico de información durante un tiempo. Estados Unidos tiene las leyes más estrictas en este sentido, pero Europa también autoriza a sus estados a retener datos de tráfico para proteger la seguridad nacional y la defensa. Incluso las propias empresas guardan este tipo de información para tenerla como prueba en caso de demostrar su inocencia en tribunales ante despidos de personal o ataques a la propiedad intelectual.
Sin embargo, lo cierto es que actualmente hay otros "market drivers" menos relacionados con la seguridad para el aumento de la demanda. La digitalización de contenidos (vídeos, fotos, facturas, etc.) y la popularización de las redes P2P y la Web 2.0 ha incrementado sensiblemente la cantidad de información generada e intercambiada por usuarios, que evidentemente requiere de nuevos y potentes sistemas de almacenamiento. Por otro lado, el auge de la e-Administración ha impulsado la necesidad de almacenamiento, ya que se genera mucha más información virtual del ciudadano.
Las empresas líderes del sector de dispositivos de almacenamiento (EMC, HP, IBM, Hitachi, etc.) están frotándose las manos. El almacenamiento online -discos duros virtuales- es también un segmento al alza, pues además permite replicar los datos en centros remotos, aumentando la protección ante catástrofes y reduce los costes de operación y mantenimiento para pequeñas y medianas empresas. También existen servicios de almacenamiento online para particulares (Diino, Windows Live SkyDrive, Gmail Drive, etc.), como sistema de seguridad o la compartición de datos.
Sin embargo, lo cierto es que actualmente hay otros "market drivers" menos relacionados con la seguridad para el aumento de la demanda. La digitalización de contenidos (vídeos, fotos, facturas, etc.) y la popularización de las redes P2P y la Web 2.0 ha incrementado sensiblemente la cantidad de información generada e intercambiada por usuarios, que evidentemente requiere de nuevos y potentes sistemas de almacenamiento. Por otro lado, el auge de la e-Administración ha impulsado la necesidad de almacenamiento, ya que se genera mucha más información virtual del ciudadano.
Las empresas líderes del sector de dispositivos de almacenamiento (EMC, HP, IBM, Hitachi, etc.) están frotándose las manos. El almacenamiento online -discos duros virtuales- es también un segmento al alza, pues además permite replicar los datos en centros remotos, aumentando la protección ante catástrofes y reduce los costes de operación y mantenimiento para pequeñas y medianas empresas. También existen servicios de almacenamiento online para particulares (Diino, Windows Live SkyDrive, Gmail Drive, etc.), como sistema de seguridad o la compartición de datos.
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