El Foro Económico Mundial ha publicado el informe "The Global Competitiveness Report 2008-2009" que proporciona el ranking mundial de los países más competitivos económicamente, teniendo en cuenta como uno de los factores clave el desarrollo tecnológico. Para ello, el informe compara diversos factores, considerando que la competitividad como un conjunto de instituciones, políticas y factores que determinan el nivel de productividad de un país. Los determinantes de la competitivad son muchos y complejos, siendo sus pilares: inversión en capital e infraestructura, nivel de educación, progreso tecnológico, estabilidad macroeconómica, buen gobierno, tamaño del mercado, etc.
El Top 10 de la lista está compuesto por: Estados Unidos, Suiza, Dinamarca, Suecia, Singapur, Finlandia, Alemania, Holanda, Japón y Canadá. El puesto que ocupa España es el 29 de 134 países anlizados, es decir, no ha variado su posición respecto a los informes 2007-2008 y 2006-2007. Los aspectos más destacados de España son el tamaño de mercado (12) e infraestructura (22), siendo la eficiencia del mercado de trabajo (96) y las instituciones (43) los aspectos donde hay un mayor retraso. Los aspectos más problemáticos para hacer negocios son: regulación laboral restrictiva (17,3%), acceso a financiación (13%), burocracia gubernamental ineficiente (12,6%), mano de obra inadecuadamente formada (11,6%) y tasas de impuestos (10,9%).
Además, según un reciente informe de la prestigiosa revista "The Economist", los trabajadores españoles no son especialmente productivos y la economía española necesita profundas reformas estructurales para salir de la crisis. El crecimiento de la economía española ha estado muy ligado al ladrillo y es necesario cambiar de rumbo para ser más competitivos. Según el períodico las recetas para esta mejora son: flexibilidad del mercado laboral, mayor cohesión nacional y menos localismos, y sobre todo, mejora de la competitividad.
El Top 10 de la lista está compuesto por: Estados Unidos, Suiza, Dinamarca, Suecia, Singapur, Finlandia, Alemania, Holanda, Japón y Canadá. El puesto que ocupa España es el 29 de 134 países anlizados, es decir, no ha variado su posición respecto a los informes 2007-2008 y 2006-2007. Los aspectos más destacados de España son el tamaño de mercado (12) e infraestructura (22), siendo la eficiencia del mercado de trabajo (96) y las instituciones (43) los aspectos donde hay un mayor retraso. Los aspectos más problemáticos para hacer negocios son: regulación laboral restrictiva (17,3%), acceso a financiación (13%), burocracia gubernamental ineficiente (12,6%), mano de obra inadecuadamente formada (11,6%) y tasas de impuestos (10,9%).
Además, según un reciente informe de la prestigiosa revista "The Economist", los trabajadores españoles no son especialmente productivos y la economía española necesita profundas reformas estructurales para salir de la crisis. El crecimiento de la economía española ha estado muy ligado al ladrillo y es necesario cambiar de rumbo para ser más competitivos. Según el períodico las recetas para esta mejora son: flexibilidad del mercado laboral, mayor cohesión nacional y menos localismos, y sobre todo, mejora de la competitividad.
¿Por qué no se apoya de una vez por todas y decididamente por un tejido industrial basado en las tecnologías de la información y comunicaciones? Las redes de nueva generación ofrecen una oportunidad única para ello.
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