Los despliegues comerciales de equipamiento LTE (Long Term Evolution) o 4G entre los operadores ya han comenzado. Este es el caso por ejemplo de TeliaSonera en Europa, NTT Docomo en Japón o Verizon en Estados Unidos. En España, no se esperan despliegues comerciales hasta 2010 o 2011, pues la tecnología HSPA/HSPA+ tiene una alta penetración.
Sin embargo, los dispositivos de usuario capaces de disfrutar de los beneficios de esta tecnología, no estarán disponibles a corto plazo. El próximo año se espera que aparezcan las primeras tarjetas para integrar en los ordenadores y dentro de dos años, podrían comenzar a verse los primeros terminales. Mientras tanto, muchos operadores siguen desplegando sistemas 3G (UMTS-WCDMA) y 3,5G (HSPA), cuya tecnología está completamente lista, siendo muy pocos los países en los que por el momento se puede hablar de un cierto éxito comercial.
LTE es una evolución del IMT2000 y permitirá velocidades de más de 150 Mbps en descarga y de 50 Mbps en subida. Las especificaciones de este estándar comenzaron a definirse en 2004 y se irán cerrando en los próximos meses. LTE se basa completamente en IP, por lo que el grado de reutilización de las antiguas tecnologías -basadas en conmutación de circuitos- será bajo. No obstante, gracias a IP, LTE favorecerá la convergencia, el ahorro de costes y la eficiencia.
LTE ofrece muchas ventajas, en primer lugar, gracias a OFDMA (Orthogonal Frecuency Division Multiple Access), que utiliza un gran número de subportadoras muy cercanas entre sí en frecuencia y ortogonales, permite ofrecer unos anchos de banda mucho mayores que las tecnologías predecesoras. Además, se basa en estándares abiertos -a diferencia de los sistemas 3G donde había distintos estándares en distintas regiones del mundo-, lo cual favorece la compatibilidad y reducción de precios, de los que se beneficiarán tanto operadoras como usuarios finales.
Sin embargo, los dispositivos de usuario capaces de disfrutar de los beneficios de esta tecnología, no estarán disponibles a corto plazo. El próximo año se espera que aparezcan las primeras tarjetas para integrar en los ordenadores y dentro de dos años, podrían comenzar a verse los primeros terminales. Mientras tanto, muchos operadores siguen desplegando sistemas 3G (UMTS-WCDMA) y 3,5G (HSPA), cuya tecnología está completamente lista, siendo muy pocos los países en los que por el momento se puede hablar de un cierto éxito comercial.
LTE es una evolución del IMT2000 y permitirá velocidades de más de 150 Mbps en descarga y de 50 Mbps en subida. Las especificaciones de este estándar comenzaron a definirse en 2004 y se irán cerrando en los próximos meses. LTE se basa completamente en IP, por lo que el grado de reutilización de las antiguas tecnologías -basadas en conmutación de circuitos- será bajo. No obstante, gracias a IP, LTE favorecerá la convergencia, el ahorro de costes y la eficiencia.
LTE ofrece muchas ventajas, en primer lugar, gracias a OFDMA (Orthogonal Frecuency Division Multiple Access), que utiliza un gran número de subportadoras muy cercanas entre sí en frecuencia y ortogonales, permite ofrecer unos anchos de banda mucho mayores que las tecnologías predecesoras. Además, se basa en estándares abiertos -a diferencia de los sistemas 3G donde había distintos estándares en distintas regiones del mundo-, lo cual favorece la compatibilidad y reducción de precios, de los que se beneficiarán tanto operadoras como usuarios finales.
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