Según datos del FTTH Council Europe, a final de 2008 había más de 30 millones de usuarios empleando conexiones directas de fibra: más de 15 millones en Japón, 5 millones en Estados Unidos, 1,5 millones en Europa, etc. En Estados Unidos, Verizon tiene más de 12 millones de hogares pasados con fibra, con un coste de alrededor de 500 € por hogar -la mayoría de los despliegues se basan en fibra aérea, con un coste menor que la subterránea-. También ha hecho público que el mantenimiento y costes operativos de su red para su proyecto FiOS FTTH son sólo un 10% de los del cobre, con una mayor fiabilidad y robustez en las comunicaciones para los usuarios finales.
La fibra óptica es también reconocido como el medio más óptimo para proporcionar altos anchos de banda sobre largas distancias. La fibra óptica puede además ser complementada con el cobre en el tramo final dentro del edificio, consiguiendo incrementos del ancho de banda a un coste más reducido que el de introducir fibra hasta cada una de las casas. Las alternativas a la fibra, como LTE o WiMax, permiten altos anchos de banda, pero nunca llegarán a ofrecer HDTV y otros servicios que son capaces de ser ofrecidos a través de la fibra.
El propio presidente Obama, así como otros muchos presidentes de Gobiernos y directivos de empresas occidentales, han reconocido que la red de banda ancha de nueva generación es una de las principales claves para salir de la crisis, por la capacidad para generar empleo en la construcción de las redes y de construir un tejido económico más productivo mediante su uso.
¿Entonces porqué no hay despliegues de fibra en España? Telefónica es el líder indiscutible del mercado Triple Play y el resto de operadores han manifestado que no tienen intención de invertir en fibra en el corto plazo, pues no les salen las "cuentas".
¿Por qué iba a invertir Telefónica en fibra? Para diferenciar sus servicios de sus competidores, pues su estrategia siempre se ha basado en la diferenciación, ofreciendo así más y mejores servicios a sus clientes. Sin embargo, la regulación de la CMT exige a Telefónica a replicar sus ofertas de fibra por debajo de 30 Mbps -más que suficientes para los servicios actuales- y, además, seguir manteniendo el cobre durante varios años. En estas condiciones, Telefónica no está dispuesta a realizar una inversión agresiva en fibra óptica, pues además la crisis del consumo afecta a los hogares y están optando por tarifas de telecomunicaciones "low-cost". Telefónica debería afrontar una inversión por hogares pasados, mientras que los operadores alternativos que alquilan su red, sería por hogar conectado, con mucha menos inversión y riesgo. Como Francisco Sánchez de IDG explica... ¿Quién va a invertir en estas condiciones?
¿Qué hacer? Si no hay un acuerdo entre operadores, algo que por el momento no es el caso, la solución podría estar en una red de fibra óptica pública -en su día es como se construyeron las redes de cobre- y luego alquilarlas a aquellos operadores o empresas que quieran utilizarlas. Sería un modelo muy similar al de otras "commodities" como la red eléctrica. De hecho, Suecia en la UE está siguiendo un modelo similar. Esto supondría trabajo productivo empleando a mucha de la mano de obra desempleada por la construcción, además en trabajos con gran continuidad a futuro, así como adquirir algunos edificios para que luego posteriormente los operadores introduzcan sus equipos activos. Los operadores podrían de este modo seleccionar tanto la tecnología empleada para FTTH, como el suministrador, teniendo capacidad de diferenciación. El mantenimiento y construcción de estas redes podría ser realizada por fabricantes y empresas de servicios. La competencia estaría asegurada. El Estado tendría un retorno de la inversión lento, pero muy elevado dentro de unos pocos años y durante mucho tiempo.
¿Cuál es el principal problema? Probablemente la falta de dinero... aunque parece que sí que lo hay para lanzar medidas que tratan de mantener un modelo económico obsoleto y que no da más de sí.
La fibra óptica es también reconocido como el medio más óptimo para proporcionar altos anchos de banda sobre largas distancias. La fibra óptica puede además ser complementada con el cobre en el tramo final dentro del edificio, consiguiendo incrementos del ancho de banda a un coste más reducido que el de introducir fibra hasta cada una de las casas. Las alternativas a la fibra, como LTE o WiMax, permiten altos anchos de banda, pero nunca llegarán a ofrecer HDTV y otros servicios que son capaces de ser ofrecidos a través de la fibra.
El propio presidente Obama, así como otros muchos presidentes de Gobiernos y directivos de empresas occidentales, han reconocido que la red de banda ancha de nueva generación es una de las principales claves para salir de la crisis, por la capacidad para generar empleo en la construcción de las redes y de construir un tejido económico más productivo mediante su uso.
¿Entonces porqué no hay despliegues de fibra en España? Telefónica es el líder indiscutible del mercado Triple Play y el resto de operadores han manifestado que no tienen intención de invertir en fibra en el corto plazo, pues no les salen las "cuentas".
¿Por qué iba a invertir Telefónica en fibra? Para diferenciar sus servicios de sus competidores, pues su estrategia siempre se ha basado en la diferenciación, ofreciendo así más y mejores servicios a sus clientes. Sin embargo, la regulación de la CMT exige a Telefónica a replicar sus ofertas de fibra por debajo de 30 Mbps -más que suficientes para los servicios actuales- y, además, seguir manteniendo el cobre durante varios años. En estas condiciones, Telefónica no está dispuesta a realizar una inversión agresiva en fibra óptica, pues además la crisis del consumo afecta a los hogares y están optando por tarifas de telecomunicaciones "low-cost". Telefónica debería afrontar una inversión por hogares pasados, mientras que los operadores alternativos que alquilan su red, sería por hogar conectado, con mucha menos inversión y riesgo. Como Francisco Sánchez de IDG explica... ¿Quién va a invertir en estas condiciones?
¿Qué hacer? Si no hay un acuerdo entre operadores, algo que por el momento no es el caso, la solución podría estar en una red de fibra óptica pública -en su día es como se construyeron las redes de cobre- y luego alquilarlas a aquellos operadores o empresas que quieran utilizarlas. Sería un modelo muy similar al de otras "commodities" como la red eléctrica. De hecho, Suecia en la UE está siguiendo un modelo similar. Esto supondría trabajo productivo empleando a mucha de la mano de obra desempleada por la construcción, además en trabajos con gran continuidad a futuro, así como adquirir algunos edificios para que luego posteriormente los operadores introduzcan sus equipos activos. Los operadores podrían de este modo seleccionar tanto la tecnología empleada para FTTH, como el suministrador, teniendo capacidad de diferenciación. El mantenimiento y construcción de estas redes podría ser realizada por fabricantes y empresas de servicios. La competencia estaría asegurada. El Estado tendría un retorno de la inversión lento, pero muy elevado dentro de unos pocos años y durante mucho tiempo.
¿Cuál es el principal problema? Probablemente la falta de dinero... aunque parece que sí que lo hay para lanzar medidas que tratan de mantener un modelo económico obsoleto y que no da más de sí.
Qué buen blog, cómo no lo descubrí antes! En México también tenemos ciertas situaciones de "diferenciación" y "compañías (compañía?) líderes".
ResponderEliminarOtras de tus entradas sobre FTTH también me han resultado muy útiles, gracias de antemano.