La crisis económica ha reducido el absentismo laboral, pues los empleados tienen más miedo a perder su puesto de trabajo. Sin embargo, el absentismo sigue siendo una de las principales razones de la baja productividad de la economía española y es necesario desarrollar cambios en la regulación laboral y en la política empresarial que ayuden a reducirla. Según datos del INE, este problema costó a las empresas españolas 12.700 millones de euros en 2007, el 1,21% del PIB.
El absentismo laboral no justificado puede deberse a la desmotivación, sin embargo, en muchos casos se debe también a la imposibilidad de conciliar la vida laboral y familiar. Además de políticas de recursos humanos (incentivos por objetivos, flexibilización de horarios, control del rendimiento, etc.), las tecnologías de la información y comunicaciones son un importante instrumento para reducir el absentismo. En primer lugar, hay que destacar que los mayores niveles de absentismo se registran en los perfiles administrativos, debido a la desmotivación que suelen generar las tareas repetitivas. Las tecnologías de la información y comunicaciones ayudan a la reducción de este tipo de tareas, aumentando la productividad de los empleados. En segundo lugar, las nuevas tecnologías permiten teletrabajar y compatibilizar así las tareas personales y laborales. Además, las políticas de recursos humanos efectivas, requieren de un control y monitorización adecuada mediante herramientas informáticas, pues el que un trabajador esté en su oficina o conectado, no implica que esté trabajando o lo esté haciendo con un rendimiento acorde a su puesto y retribución.
El absentismo laboral no justificado puede deberse a la desmotivación, sin embargo, en muchos casos se debe también a la imposibilidad de conciliar la vida laboral y familiar. Además de políticas de recursos humanos (incentivos por objetivos, flexibilización de horarios, control del rendimiento, etc.), las tecnologías de la información y comunicaciones son un importante instrumento para reducir el absentismo. En primer lugar, hay que destacar que los mayores niveles de absentismo se registran en los perfiles administrativos, debido a la desmotivación que suelen generar las tareas repetitivas. Las tecnologías de la información y comunicaciones ayudan a la reducción de este tipo de tareas, aumentando la productividad de los empleados. En segundo lugar, las nuevas tecnologías permiten teletrabajar y compatibilizar así las tareas personales y laborales. Además, las políticas de recursos humanos efectivas, requieren de un control y monitorización adecuada mediante herramientas informáticas, pues el que un trabajador esté en su oficina o conectado, no implica que esté trabajando o lo esté haciendo con un rendimiento acorde a su puesto y retribución.
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