¿Tarifas planas con ancho de banda garantizado y máximo, límite de descarga y priorización del tráfico?
El pasado 30 de agosto en el encuentro de telecomunicaciones de la Universidad Menéndez Pelayo de Santander, Julio Linares, consejero delegado de Telefónica, fue muy claro "El principal problema al que se enfrenta el sector pasa por un grave desacoplamiento entre el crecimiento del tráfico, el coste de la red, los ingresos que genera y la tensión en la inversión. Todo ello puede llevar al colapso de la industria si no se cambia el modelo. ¿Posibles remedios? "Hacer evolucionar la oferta con tarifas segmentadas por tipo de servicio o gestionar la calidad priorizando el tráfico por tipo de servicio". Y aplicar un sistema más equitativo: "En España, un 5% de los usuarios de banda ancha móvil produce el 75% del tráfico. El usuario medio está subsidiando al usuario intensivo", sentenció.
Está claro que los crecimientos de ancho de banda requieren cuantiosas inversiones, sobre todo en la parte fija, donde la fibra óptica es el único medio capaz de soportar el actual crecimiento del tráfico. Esta inversión es beneficiosa para la sociedad en general, pero Telefónica no sólo no tiene incentivos gubernamentales a la inversión tal y como ocurre en otros países, es que además la infraestructura debe compartirse con otros operadores.
Las tarifas planas de momento no están afectando demasiado a las cuentas de los operadores -salvo en los incrementos en los costes de operación y mantenimiento-, pero sí están afectando duramente a las de los suministradores de infraestructura y servicios de telecomunicaciones. Los operadores tienen un poder de compra enorme y la entrada de competidores asiáticos ha hecho que estos costes crecientes en infraestructura para soportar el aumento del tráfico no repercutan tanto en las cuentas de los operadores, siendo los suministradores los que están inmersos en una "guerra de precios" insostenible en el tiempo. No obstante, si todo sigue así, el número de suministradores se reducirá, haciéndose mucho más fuertes y esto no sería nada bueno para los operadores.
Telefónica quiere empezar a hacer pagar por consumo, lo cual es algo habitual en todos los sectores. Las telecomunicaciones es el único sector en el que los precios bajan año a año. ¿Por qué no baja el agua, la energía, etc.? En teoría son sectores más subvencionados y donde parece que es imposible conseguir sistemas más eficientes. Sin embargo, las tarifas no son totalmente planas: las móviles tienen un límite de descarga y las fijas están limitadas por velocidad de descarga. Es más, las velocidades teóricas contratadas son muy inferiores a las reales. Sin embargo, en la fibra óptica no existen limitaciones técnicas para conseguir alcanzar las velocidades y es posible crear tarifas planas mucho más "inteligentes", considerando no sólo la capacidad total descargada, también garantizando una velocidad mínima y permitiendo que el usuario alcance un cierto máximo cuando lo necesite, así como ofrecerle ancho de banda que en esos momentos no está siendo utilizado por otros usuarios. Junto a ello, una gestión de la calidad basada en la prioridad de cada servicio. Es decir, las modalidades de contratación pueden ser mucho más diversas. Por aquí puede pasar el futuro del sector dentro de un margen razonable: ofrecer tarifas más baratas para los usuarios que consumen menos, pero hacer pagar más a aquellos usuarios que tienen un mayor consumo.
Son muchos, como Enrique Dans, los que ven en manifestaciones un ataque a la "neutralidad de la red". Internet nació como una red libre, donde todo el tráfico tenía la misma prioridad, siendo ahora esta neutralidad un tema en continuo debate. Sin embargo, en la priorización del tráfico si tienen mucho que decir los operadores, sobre todo en la parte de acceso, porque para ofrecer una red de datos multiservicio de altas prestaciones, donde además del tráfico de Internet se soporte el tráfico de voz y vídeo, es necesario establecer prioridades de tráfico. En las redes de telecomunicaciones, se juega con la sobresubscripción -similar al overbooking tipo del tráfico de pasajeros aéreos-. Puede verse como una medida injusta, pero realmente ayuda a que los usuarios que necesitan mayor ancho de banda en ciertos instantes puedan aprovecharse durante ciertos momentos del menor uso que están realizando otros usuarios. En cualquier caso, es importante que siempre el tráfico de voz o de vídeo de cualquier usuario, se curse respecto a los picos de tráfico de Internet de otros abonados. Debido al crecimiento de equipos conectados y volúmenes de tráfico, si Internet quiere ser una red global y multiservicio con alta calidad y a precios razonables, tarde o temprano deberá hacer algún tipo de priorización de tráfico, si bien deberá asegurar unos mínimos para cada usuario e independientes del tráfico que él quiera cursar. Esto sin embargo no afecta a la libertad de expresión o privacidad.
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