La crisis de las telecomunicaciones que desde el año 2000 azotó a las empresas tecnológicas a nivel mundial se manifestó en los años 2002 y 2003 en toda su crudeza: despidos masivos y quiebras de algunas grandes operadoras (otras no quebraron porque el Estado vino en su ayuda) lo confirman. Esta era una crisis principalmente financiera, debido al alto precio pagado por las operadoras por las licencias 3G y los altos endeudamientos adquiridos por los suministradores de equipos para el desarrolo de tecnologías emergentes y la alta competitividad fruto de la intercionalización. Se llegó al mercado con una tecnología móvil de banda ancha, la 3G, que parecía la "panacea", pero para la que los usuarios no estaban listos.
En la actualidad, las operadoras de telecomunicaciones generan grandes flujos de caja, pero su nivel de endeudamiento es relativamente elevado, debido a las fuertes pérdidas sufridas en el pasado, el proceso de integración de las redes fijas y móviles en una red convergente y el proceso de adquisiciones para generar sinergias entre los distintos negocios internacionales. Además, los operadores deberán afrontar fuertes inversiones para poder ampliar su catálogo de servicios mediante el despliegue de fibra hasta el hogar FTTH, una tecnología para la que esta vez sí están listos los usuarios.
En la actualidad, las operadoras de telecomunicaciones generan grandes flujos de caja, pero su nivel de endeudamiento es relativamente elevado, debido a las fuertes pérdidas sufridas en el pasado, el proceso de integración de las redes fijas y móviles en una red convergente y el proceso de adquisiciones para generar sinergias entre los distintos negocios internacionales. Además, los operadores deberán afrontar fuertes inversiones para poder ampliar su catálogo de servicios mediante el despliegue de fibra hasta el hogar FTTH, una tecnología para la que esta vez sí están listos los usuarios.
Los suministradores están sufriendo estas consecuencias con mayor intensidad debido a la entrada de los suministradores asiáticos, como Huawei y ZTE. Los suministradores chinos están "rompiendo" el mercado en base a precios mucho más bajos que los tradicionales competidores europeos (ALU, Ericsson, NSN, etc.) y americanos (Nortel, Morotorla, Tellabs, etc.).
Este sector ligado a la innovación, sufre con más intensidad la caída de la demanda por la desaceleración económica y la prudencia inversora de los mercados financieros. El aumento del poder de compra de los operadores y la presión de márgenes, dará lugar a un proceso de concentración de los suministradores, donde sólo unas pocos suministradores multionacionales sobrevivirán. Estos suministradores ofrecerán un amplio catálogo de equipos, servicios y software para redes de telecomunicaciones para operadoras y empresas. Trabajarán en tecnologías estratégicas como "resellers" o "partners" de pequeñas empresas, mucho más flexibles y rápidas para la I+D. Este proceso, que ya ha comenzado, no estará exento de reestructuraciones de plantillas y venta de activos que han dejado de ser estratégicos.
Desde luego, nadie puede quejarse de que en el sector de las telecomunicaciones sea "aburrido"...
Desde luego, nadie puede quejarse de que en el sector de las telecomunicaciones sea "aburrido"...
Hace poco tiempo que he descubierto este blog y los artículos siempre son muy interesantes. ¡Enhorabuena!
ResponderEliminarOtra tendencia previsible será la deslocalización a China de la producción y, seguramente, de la innovación. Empresas japonesas como Hitachi, Fujitsu y Toshiba llevan unos años realizando parte de sus actividades de investigación allí. No creo que europeos y americanos tarden mucho en seguir sus pasos.
Un cordial saludo,
Rubén Martínez González
Gracias Ruben no sólo por tu felicitación, también por animarte a colaborar.
ResponderEliminarLa realidad es que la producción está en la mayoría de las líneas de negocio de todos los suministradores externalizada y en muchos casos a la misma empresa: Flextronics. La práctica totalidad de las fábricas están en los países emergentes, con China a la cabeza.
El cambio ahora es que estos países están comenzando a hacer el I+D básico, quedando en los paises occidentales el I+D más avanzado. El más avanzado es más dificil, porque al final, el talento se mueve donde mejor le pagan. Además, en muchos países no hay suficiente amparo legal para la protección de las patentes.