España tiene mucho que mejorar en tecnología

Según el reporte "Global Information Technology 2007-2008" del Foro Económico Mundial, los países más desarrollados tecnológicamente del mundo son: Dinamarca (5,78), Suecia (5,72), Suiza (5,53), EEUU (5,49) y Singapur (5,49). España (4,47) ocupa la posición 31 del ranking, ganando así un puesto respecto al reporte 2006-2007.

España, un país que aspira a tomar un papel de liderazgo en la UE, debería estar en posiciones de cabeza; en cambio, se encuentra al nivel de economías menos dinámicas como Malta, Portugal, Emiratos Árabes, Eslovenia, Quatar o Lituania.

Este índice no nos dice nada que no sepamos ya. Sin lugar a dudas, la insuficiente inversión en I+D es uno de los grandes males estructurales de la economía española, lo cual hace que año tras año perdamos posiciones en competitividad, estando actualmente a la cola de la UE. Otros problemas son la enorme burocracia, falta de flexibilidad laboral, mediocre educación, excesiva presión fiscal, exceso de funcionarios, etc. Tampoco hay que olvidar otros problemas culturales, que difícilmente cambiarán, como el excesivo "amiguismo" en las empresas y entidades públicas. La tecnología, junto al factor trabajo y capital, es uno de los principales determinantes del crecimiento económico.

La mejora en este índice ayudaría a la mejora de la productividad y a la mejora en las inversiones de multinacionales extranjeras en España. Mientras las empresas españolas llevan años comprometidas con un exitoso proceso de intercionalización, sobre todo en Latinoamérica, con millonarias inversiones e importantes compras, las grandes multinacionales extranjeras están dando la espalda a España durante los últimos años. La explicación es muy clara, éste y otros índices demuestran que España presenta un escenario poco atractivo para la inversión exterior. A pesar de que hay muy buenos profesionales, no se da el entorno necesario para que trabajen de forma eficiente y muchos sólo pueden demostrar sus capacidades y habilidades una vez salen a desarrollar su carrera profesional en el extranjero.