La tecnología femtocell permite establecer una red de radio 2G/3G de voz y datos en hogares y oficinas, mejorando la cobertura, velocidad y coste para el usuario. Las operadoras de telecomunicaciones se verán beneficiadas por la reutilización de la infraestructura existente para mejorar el servicio a sus clientes reduciendo la sobrecarga de su red y por frentar a los nuevos proveedores de servicios basados en infraestructura de WiFi/WiMax.
Esta tecnología se basa en la instalación de un pequeño dispositivo, el femtocell, conectado a nuestra conexión de banda ancha (DSL, cable, GPON, etc.), para ofrecer cobertura 2G/3G a los móviles, cursando llamadas y datos a un precio muy competitivo. La femtocell 3G contiene un nodo B y, al menos, una conexión Ethernet para el enlace con Internet. También suelen incorporar WiFi. El dispositivo estará integrado en red del operador móvil para ayudar a manejar la facturación, provisión y la transferencia de llamadas (handover).
La instalación de las femtoceldas es muy sencilla, pues se configuran prácticamente de forma automática y no requieren mantenimiento. Las femtoceldas sustituyen automáticamente la cobertura y conexión con las estaciones base de nuestra operadora móvil cada vez que entramos en su radio de cobertura alrededor de la vivienda u oficina con unas potencias de emisión similares al de un router WiFi convencional.
Esta tecnología evita la necesidad de teléfonos móviles con capacidades de Wi-Fi, es decir, aporta los beneficios de la convergencia fijo-móvil sin tener que cambiar de terminal, soportando varias llamadas simultáneas desde distintos dispositivos. Las femtoceldas permiten una comunicación sin cortes cuando se sale del edifico al exterior (handover), costes reducidos para llamadas en el interior el edicio (se podría incluso implementar VoIP) y una factura única, todo ello sin cambiar el terminal 3G tradicional.
Esta solución es realmente interesante en España, donde el rechazo social a las antenas de telefonía móvil, supone unos niveles de cobertura bastante mejorables en muchas regiones. Además, las redes 3G en España emplean frecuencias altas, por lo que la señal tiene que ser muy cercana para que atraviese las paredes y salve las interferencias que añaden ruido a su señal.
La principal desventaja actual es su alto coste -unos 250 dólares actualmente- y los problemas que suponen las interferencias de radio generadas. Puesto que las femtocedas utilizan las mismas frecuencias que las macroceldas, es muy importante hacer una cuidadosa planificación radio para evitar interferencias mutuas. En cuanto al coste, a medida que se popularicen, las economías de escala harán más asequible esta tecnología.
Esta tecnología se basa en la instalación de un pequeño dispositivo, el femtocell, conectado a nuestra conexión de banda ancha (DSL, cable, GPON, etc.), para ofrecer cobertura 2G/3G a los móviles, cursando llamadas y datos a un precio muy competitivo. La femtocell 3G contiene un nodo B y, al menos, una conexión Ethernet para el enlace con Internet. También suelen incorporar WiFi. El dispositivo estará integrado en red del operador móvil para ayudar a manejar la facturación, provisión y la transferencia de llamadas (handover).
La instalación de las femtoceldas es muy sencilla, pues se configuran prácticamente de forma automática y no requieren mantenimiento. Las femtoceldas sustituyen automáticamente la cobertura y conexión con las estaciones base de nuestra operadora móvil cada vez que entramos en su radio de cobertura alrededor de la vivienda u oficina con unas potencias de emisión similares al de un router WiFi convencional.
Esta tecnología evita la necesidad de teléfonos móviles con capacidades de Wi-Fi, es decir, aporta los beneficios de la convergencia fijo-móvil sin tener que cambiar de terminal, soportando varias llamadas simultáneas desde distintos dispositivos. Las femtoceldas permiten una comunicación sin cortes cuando se sale del edifico al exterior (handover), costes reducidos para llamadas en el interior el edicio (se podría incluso implementar VoIP) y una factura única, todo ello sin cambiar el terminal 3G tradicional.
Esta solución es realmente interesante en España, donde el rechazo social a las antenas de telefonía móvil, supone unos niveles de cobertura bastante mejorables en muchas regiones. Además, las redes 3G en España emplean frecuencias altas, por lo que la señal tiene que ser muy cercana para que atraviese las paredes y salve las interferencias que añaden ruido a su señal.
La principal desventaja actual es su alto coste -unos 250 dólares actualmente- y los problemas que suponen las interferencias de radio generadas. Puesto que las femtocedas utilizan las mismas frecuencias que las macroceldas, es muy importante hacer una cuidadosa planificación radio para evitar interferencias mutuas. En cuanto al coste, a medida que se popularicen, las economías de escala harán más asequible esta tecnología.
Para asegurar el éxito de la tecnología femtocell, se ha puesto en marcha el Femtocell Forum , que aboga por su implementación y mejora. Dentro del foro podemos encontrar empresas como ALU, AT&T, Ericsson, Huawei, Vodafone, etc. Por el momento, la tecnología femtocell está siendo probada por diversos operadores móviles del mundo.
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