A la red de de acceso de cobre, que llega actualmente a 18 millones de hogares en España, le quedan unos 10 o 15 años a lo máximo. Sus limitaciones de ancho de banda y distancias y sus altos costes de mantenimiento hacen necesaria su sustitución por fibra óptica. La introducción de la fibra óptica hasta el hogar va a dar lugar a una convergencia real de los servicios de telecomunicaciones (en la actualidad, por ejemplo, la voz se sigue cursando por redes de conmutación de circuitos) y a la posibilidad de ofrecer servicios innovadores sin "límite" de ancho de banda. Las velocidades que se pueden alcanzar a día de hoy son de hasta 100 Mbps sobre distancias de varios km, ofreciendo servicios como televisión de alta definición, vídeo bajo demanda, vistas múltiples en tiempo real sobre la misma pantalla, canales distintos sobre distintos televisores, etc. Mucho se ha especulado en los últimos meses sobre la regulación de las redes de nueva generación basadas en fibra óptica . En e
Estrategia tecnológica en redes y servicios convergentes de banda ancha fija y móvil