- En primer lugar, porque se financia a una cadena de televisión y radio que no aporta ningún valor en el sector audiovisual en el panorama actual. Hoy en día existen varias cadenas de televisión que se pueden disfrutar en abierto a través de la tecnología analógica tradicional y la televisión digital terrestre. Estas televisiones ofrecen distintos puntos de opinión, dependiendo de la cadena, en sus programas de noticias. Además ofrece una gran variedad de programas de ocio y entretenimiento, de la misma tipología de programas que la televisión pública. Es más, gracias a Internet, se pueden ver en abierto televisiones de todo el mundo. ¿Por qué financiar, por lo tanto, tanto ciudadanos como empresas, algo que no aporta ningún valor?... ¡Y además los ciudadanos y empresas mantenemos dos cadenas públicas nacionales y varias autonómicas!... Por último, ¿son imparciales o bien están politizadas?...
- En segundo lugar, las operadoras soportan unas cargas fiscales superiores a muchos otros sectores menos estratégicos, entre impuestos, licencias, tasa de opcupación de espectro, mantenimiento de un servicio universal, conservación de datos, etc. También habría que considerar el exceso de regulación, con distintas normativas en cada Comunidad Autónoma en temas como la instalación de antenas de telefonía móvil. Esto al final repercute en un incremento de las tarifas para los consumidores, siendo España uno de los países donde más caros son estos servicios. Las telecomunicaciones son un sector estratégico e importantísimo para mejorar la competitivad de todo el tejido productivo y se debería reducir la carga fiscal para incentivar la inversión. Los usuarios debería también pagar un IVA menor por este tipo de servicios, puesto que son imprescindibles para un derecho básico de todo ciudadano, el de comunicarse e informarse.
- En último lugar, ¿qué tienen que ver las operadoras de telecomunicaciones con RTVE? Las televisiones privadas pagarán una tasa de unos 120 millones de euros para financiar a RTVE. Sin embargo, si se tiene en cuenta que RTVE dejará de ingresar unos 500 millones de euros por publicidad, son las televisiones privadas las grandes beneficiadas por la medida. Si bien es cierto que los operadores de telecomunicaciones ofrecen servicios Triple Play con televisión por IP, lo cierto es que por limitaciones tecnologicas y por el retraso en los despliegues de fibra óptica, son pocos los usuarios que podrían contratar el servicio.
Por otro lado, las televisiones públicas han sido un negocio ruinoso a diferencia de las privadas, teniendo la ventaja tradicional de que además de publicidad, recibían subvenciones. Según un estudio de Deloitte del año 2008, la televisión pública costaba cada año cerca de 1.500 millones de euros, o lo que es lo mismo, 170 euros por hogar. Ahora que se elimina la publicidad, por lo que el ciudadano pagará más, directa e indirectamente... ¿No sería mejor privatizarlas y emplear esos recursos para apoyar otros cambios estructurales necesarios para la competitividad de la economía española? ¿O es mejor ganar audiencia a consta de eliminar la publicidad y tener "controlados" a los ciudadanos?
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