Las pasadas elecciones a la AEIT (Asociación Española de Ingenieros de Telecomunicación) han sido ganadas por la candidatura de D. José Mª Vázquez Quintana, a quienes aprovecho para enviar mi enhorabuena. Algunos de los objetivos más destacados de la candidatura ganadora son la de establecer canales de comunicación entre los asociados y la Asociación y hacer parcipativa la Asociación a todos los asociados. Sin embargo, la estructura territorial que promueven podría ser una fuerte barrera a esta participación y comunicación, creando divisiones y diferencias, algo que sin ir más lejos, ha sido habitual en el "Estado de las Autonomías" de España.
La participación total en las elecciones de la AEIT ha sido extraordinariamente baja: 941 votos (un 8% del colectivo, incluyendo a los que formaban parte de las candidaturas y personas cercanas a ellos). Es cierto que las fechas de las elecciones no eran las mejores, pues las navidades son empleadas por la mayoría de los españoles para descansar. Sin embargo, no podemos poner excusas y esto demuestra dos cosas: la primera, es la falta de interés del colectivo por la AEIT; la segunda, es la necesidad de comenzar a trabajar sobre el voto electrónico (e-voto).
España es uno de los países pioneros en la implantación del DNI electrónico, lo cual ha supuesto una fuerte inversión por parte de la Administración, pero aún no se ha explotado todo su potencial. Los ingenieros de telecomunicación españoles deberíamos ser pioneros en la implantación del e-voto y ayudar a su poterior implantación en las Administraciones españolas y del resto del mundo. El voto electrónico no sólo ayudará a mejorar la participación, gracias a su sencillez y comodidad (se podrá votar en cualquier momento y lugar y, en el futuro, desde cualquier dispositivo), es también un medio de implicar a los distintos colectivos en las decisiones importantes y de reducir el consumo energético y el consumo de papel.
La tecnología está disponible... ¿Pero realmente interesa implantarla en las Administraciones? Muchos son los que ven en el voto electrónico una amenaza. Su flexibilidad permitiría que se lleguen a votar aspectos concretos de un determinado programa, algo a lo que los partidos políticos no estarían dispuestos. De este modo, los ciudadanos vigilarían más de cerca las decisiones más importantes de los políticos y controlarían más el destino de sus países. Por ejemplo, podríamos decirles claramente a nuestros dirigentes que no es sostenible en invertir en velatorios, piscinas y pádel, o en coches oficiales. Actualmente, existen muchos votantes que sienten los "colores" de su partido político como su equipo de fútbol y les es indiferente que lo hagan bien o mal, ellos siempre les apoyan. Esto no debería ser así y deberíamos apoyar a aquellos líderes que valen y saben lo que hacen y en aquellas dedisiones que realmente creemos positivas. El voto electrónico es positivo para la democracia, sería la democracia 2.0, y los ingenieros de telecomunicación debemos impulsarlo.
comparto absolutamente tu criterio. Creo que uno de los "vicios" gubernamentales en este tema es la no innovación y el no aprovechar la tecnología. Serían mucho más transparentes los procesos eleccionarios así como rápidos y eficaces con un menor derroche de recursos.
ResponderEliminarme gusta mucho tu blog, lo disfruto y aprendo, aun cuando por un tema de tiempo no puedo leerte muy seguido Felcitaciones por la claridad con que expones los contenidos.
saludos,